... da vueltas,...

A veces la vida da vueltas y vueltas. A veces, de tantas vueltas te llegas a marear, otras, esas vueltas son las que te devuelven la lucidez.

Te estrujas la sesera, das mil vueltas para encontrar un salida. Cuando encuentras el plan perfecto, creer que has acertado y que puede ser una buena baza, simple huida o escapada hacia el éxito, decides compartir ese plan que infaliblemente no puede fallar. 

Pero si, evidentemente falla. 

Falla por que no has sabido elegir bien a las personas en las que confiar, falla por que cuando unos van de cara otros van de culo. Falla por que las verdades nunca son bien halladas. Falla por que hipocresía y mezquindad van de la mano. 

Falla por que a buena cara, daga en espalda. Falla por que cuando la ilusión, las ganas, el trabajo y la cooperación no dieron un si quiero, todo falla.

Falla por que te roban las ideas y hasta el alma. 

Y yo, sigo dando vueltas. Esta vez en solitario, esta vez y como todas las veces sin rencor, por que como decía no recuerdo quien ni que... "Arrieros somos y en el camino nos encontraremos..."

Algún día nos volveremos a mirar de frente, hay ese día...

Y con mis vueltas sigo mi vida, completa y repleta de adversidades y logros, de proyectos e ilusiones, de obstáculos que bordear y vayas que saltar, nada de eso me da miedo. La vida me entrenó para bordear y saltar cuanto haga falta y seguir a delante.

Como un tiovivo que sube y baja, como una noria que gira y gira, yo sigo mi camino. 

Miras al horizonte lejano, con miras al otro lado del charco, con mira a mis propios pies que me guía intuitivos por los caminos, los senderos pedregosos unas veces otras llanos y serenos.

En estos momentos de paz, el horizonte es más cercano, lo imposible parece real, lo real lo puedo tocar.

Y en breve estaré viajando de aquí para allá, de allá para aquí, girando y girando, cerrando círculo, iniciando espirales.

Y mientas sigo dando vueltas, como la tierra, como el sol, como la luna y por que no como el universo, si ellos dan vueltas en su seguir, yo también, y pobre de mí, el día que deje de dar vueltas.